El orgullo de ser dominicano es algo que Adrián Beltré siempre ha llevado consigo y este domingo volvió a demostrarlo en Cooperstown, New York, en su exaltación al Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas.
“Gracias a mi República Dominicana, siempre orgulloso de ser dominicano y por haber nacido en Quisqueya la bella”, expresó un emocionado Beltré, quien desde este domingo tendrá su placa descansando en la inmortalidad de la MLB.
Beltré siempre ha amado su patria y ese nace en seno de la humildad donde se inició su desarrolló como jugador y como persona.
“Gracias a la Liga Valdez Pérez, donde yo empecé. A toda mi familia del Café de Herrera donde me críe”, externó el quinto dominicano con un nicho en el Salón de la Fama, quien no duda al dar crédito al apoyo familiar que lo impulsó en este camino
“Gracias a mis padres (Bienvenido Beltré y Andrea Pérez) y a mi hermano Elvin por el amor que siempre me han brindado, gracias por demostrarme que el esfuerzo y el sacrificio vale la pena, porque ese sacrificio de ustedes me ayudó a lograr mis sueños”, reconoció Beltré, quien también se refirió al apoyo que ha sido para él su esposa Sandra y sus hijos Cassandra y Adrián.
“Ustedes son los niños ligados al béisbol que mejor tratan a su padre. A mi esposa Sandra, gracias por cuidar de nuestros hijos en esos 21 años de carrera. Eres una esposa maravillosa, tu permitiste que me pudiera concentrar en el béisbol y atendías los otros asuntos de la familia”, externó el inmortal dominicano.