Por Madeline Taveras Jerez
Una ciudad conmocionada, se enfrenta a un caso lleno de incógnitas, negligencia y dolor. La muerte de Paloma y el trágico estado de su hija Melani Nicole han dejado al pueblo preguntándose: ¿qué pasó?
Días antes del fatal desenlace, las señales de alarma eran claras. Melani y su madre, Paola, habían sido intervenidas por agentes policiales tras un episodio que fue captado en video y compartido ampliamente en redes sociales el pasado martes 17 de diciembre.
Las imágenes muestran a los oficiales sacando a Melani a la fuerza de su casa, mientras sometían a su madre en un evidente acto de tensión y desesperación.
Sin embargo, tras el incidente, el caso no recibió la atención que ameritaba. Según testimonios, los policías desestimaron la situación, refiriéndose a ellas de manera despectiva como “las dos loquitas estas otra vez”.
Una actitud que dejó de lado cualquier posibilidad de intervención oportuna en una dinámica que, lejos de ser normal, era un grito de auxilio.
Nueve días después del suceso, las autoridades aún no han presentado ni siquiera una hipótesis de los motivos detrás de esta tragedia.
Las preguntas son inevitables: ¿Se pudo evitar esta muerte? ¿Por qué las autoridades no actuaron? ¿Quién será la próxima víctima?
Melani Nicole, de 20 años, conocida en su entorno social como una joven responsable, trabajadora y con aspiraciones.
Inscrita en la carrera de medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), recinto San Francisco de Macorís, y trabajó durante casi dos años en una farmacia de donde tienen buena referencia. Se destacó por su participación en el Reinado Santa Ana en 2022.
Hace aproximadamente tres meses Melani había dejado su empleo para ayudar a su madre en un pequeño colmado y ocasionalmente trabajaba en el estadio Julián Javier de esta ciudad. Quienes la conocieron, como su amiga Yerubi Domínguez, afirman que nunca mostraron indicios de alcoholismo o comportamientos cuestionables.
No eran alcohólicas ni andaban en la calle. La noche antes de su muerte, su tía me llamó para decir que estaban en una fritura, inmediatamente fui a buscarlas pero fue en vano comentó Yerubi.
La tragedia ocurrió en circunstancias sospechosas la mañana del jueves 19 de diciembre dejando en estado de conmoción al sector Ribera del Jaya, en San Francisco de Macorís, luego de que Paloma Caridad Pérez Hernández, de 33 años, presuntamente terminó con su vida utilizando un casco de botella y Su hija Melani intentó hacer lo mismo, pero sobrevivió y actualmente lucha con secuelas físicas y emocionales.
El hecho tuvo lugar alrededor de las 2:00 a.m. en la urbanización Caperuza II, tras su arribo en un taxi al lugar, aparentemente en busca de una persona.
Detalles alarmantes señalan que Paloma presentaba signos de violencia en su cuerpo, incluyendo lesiones íntimas, lo que sugiere un posible abuso. según comentó su amiga Yerubi.
Algunos apuntan rumores a que madre e hija mencionan haber sido víctimas de intentos de abuso. Incluso se especula que alguien podría haber manipulado sus bebidas en un negocio local. Si estos hechos son ciertos, ¿por qué no se actuó a tiempo?
La familia y la comunidad claman por respuestas. “Las autoridades y el hospital regional San Vicente de Paúl debieron intervenir desde el primer momento, pero no lo hicieron”, declaró la tía de Melani, quien cuestionó la pasividad ante las señales de alerta.
La ciudadanía no solo teme que algo similar pueda ocurrir nuevamente, sino que también espera un mensaje claro de las autoridades: que la justicia prevalezca y que la muerte de Paloma y el estado de salud de Melani no queden en el olvido.
La historia de Melani, una joven promesa llena de sueños, ahora es un llamado de atención para todos. Este caso no puede ser simplemente una estadística más y que quede en la duda de la sociedad.
La comunidad exige justicia.