Junior Caminero está posicionado entre las principales promesas del presente y futuro de los Rays de Tampa Bay, y con su actuación semifinal de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom), con los Leones del Escogido, se ha encargado de mostrar cada una de las herramientas que le brindan ese valor en su organización de Grandes Ligas.
Caminero azotó con todo lo que tiene al picheo rival, para marcar el camino de los Leones a su primera final desde el campeonato 2015-16, cuando justamente vencieron a los Tigres Licey, con quienes tendrán un nuevo enfrentamiento por el título de campeones.
En su reporte sobre Caminero los Rays han señalado que “posee una velocidad de bate de élite que genera una tonelada de poder hacia su lado de atracción y una impresionante habilidad de bate a pelota, que permite un fuerte contacto de línea hacia todos los lados del campo, mostrando además rasgos ofensivos y su sentido maduro de lo que está haciendo en la caja de bateo, pintando la imagen de un bateador potencialmente especial”, y son todos estos rasgos los que colocó en el terreno con los Leones.
La pasada temporada, en la que Caminero disputó 43 partidos en las Grandes Ligas, la velocidad promedio de sus batazos fue de 77.2 millas por hora, empatado con Aaron Judge en el séptimo lugar, con un mínimo 200 swings.
El matillo que posee Caminero como bate se mostró en todo su esplendor en esta postemporada, donde logró alrededor de 20 batazos que salieron con velocidad superior a las 105 MPH, entre ellos su jonrón del pasado sábado, que pasó por encima de la pared del jardín izquierdo del estadio Quisqueya Juan Marichal viajando a una velocidad de 108 millas por hora.
Esa potencia en el bate de Caminero lo llevó a registrar 12 extrabases entre sus 26 imparables en la semifinal, distribuidos en siete dobles, dos triples y tres cuadrangulares, acumulando un porcentaje de slugging de .793, el cual refleja la contundencia de sus batazos.
El antesalista de 21 años, quien lideró el round robin en promedio de bateo (.448), mostró una gran madurez al lograr identificar los picheos desde la caja de bateo, al tomar seis bases por bolas y recibir apenas dos poches en 58 veces al bate a lo largo de los 15 encuentros de la etapa previa a la final.
Con sus hits, Caminero logró remolcar 14 carreras, ocupando el tercer lugar en el orden ofensivo del equipo que dirige Albert Pujols, y con la frecuencia que se mantuvo en los senderos (con porcentaje de embasarse de .492) el poderoso antesalista contribuyó con 17 vueltas anotadas, siendo este el mayor total entre todos los jugadores que participaron en la semifinal.
Caminero, quien encargó de plasmar su nombre en la historia de los Leones, sustentado el poder y efectividad que mostró con su madero, a dejado en claro su pasión y entrega por el equipo para el que juega, un aspecto que también ha sido gasolina en su motor para quemar la Lidom.
“Yo estoy jugando aquí con el corazón porque soy un león desde pequeño”, expresó Caminero, tras la victoria del pasado sábado, que le dio el pase a la final a los Leones.